A partir de ahora esta será la ensalada de la reconciliación….
Llevo días implorando a lo Divino que por favor me de un respiro… pendiente de grandes eventos que girasen de repente mi vida, quizás, y solo quizás, he dejado pasar las cosas simples… sí… ya se… esto suena a topicazo del copón… pero eso no le quita valor a este relato.
Hastiado, cansado y posiblemente dejándome llevar por la poca pimienta que le he puesto a la ensalada, que como todo el mundo sabe es vasodilatadora y esto siempre anima, con el segundo o tercer tenedor que me llevo a la boca me he parado casi inconscientemente y he pensado: “Joder que rica me ha quedado la ensalada, Gracias”… Sí, otra vez Gracias… como en la entrada que queda 4ª por debajo de esta, he vuelto a dar Gracias sin saber a quien… o sí. Es un Gracias a todo, a todas las circunstancias de mi vida que han confluido en este momento. A todo lo que me ha llevado a estar degustando esta ensalada que me ha quedado de puta madre… Más que un Gracias a la vida, es un Gracias a todos los que marcáis mi camino, queriéndome o puteándome… yo y mí circunstancias… como digo en la entrada anterior a esta… (me acojona un poco parafrasearme tanto).
Esta ensalada me ha abierto los ojos… me ha mostrado con grades focos el camino, cuando hasta ahora solo marchaba con una antorcha que acercaba a paredes extrañas… ahora muchas cosas tienen sentido.