Bueno… un año que se acaba y como si de un canal de televisión fuese mi cabeza empieza a pensar en lo que he hecho los últimos 365 días. No cabe duda que ahora me está costando dios y madre desenganchar de los últimos acontecimientos… salgo de fiesta, me emborracho como años a que no hacía, intento estar lo menos posible en casa, vuelco mi alma en mimos con Rana... y ante todo intento que no se me note. La peña me ve sonriente cuando no saben que no hay nada que sostenga esta sonrisa… Si es que la vida es muy puta… decido tomarme un año de descanso en el teatro y resulta que estoy haciendo más teatro que en toda mi vida junta. Supongo que lo que lo que con esto pretendo es engañarme a mí mismo y un día despertarme creyéndome esa sonrisa, creyéndome que estoy bien.
Supongo que lo que más me duele es no saber que hice mal.
No obstante creo que al menos si empiezo a salir de la locura. Así que positivismo... el año que viene fijo que lo acabo mejor. ¡SALUD!